Erradicación del Trabajo Infantil: prioridad mundialmente acordada
Según la última encuesta nacional, realizada en 2011 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay más de 34 mil niños, niñas y adolescentes trabajadores de entre 5 a 17 años, a nivel nacional, lo que representa un 7,9% del total de la población de estas edades.
En el mes en el que se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Trabajo Infantil, la Inspección Nacional del trabajo infantil y adolescente del INAU ha realizado como cada año, una serie de talleres y charlas, para sensibilizar sobre la temática desde una perspectiva de derechos. Durante la jornada se informó a educadores y adolescentes sobre: la normativa vigente en esta materia, listado de tareas peligrosas, trámite del carné de trabajo y Ley de empleo juvenil.
Estas jornadas han sido realizadas en distintos puntos del país e incluyen centros educativos de primaria públicos y privados, escuelas técnicas de la UTU, Clubes de niños y Centros juveniles en convenio con INAU, centros de educación secundaria, organizaciones civiles, empresas, entre otras.
Respecto a las cifras de trabajo infantil, Jorge Cohen, coordinador de Áreas y Proyectos del INAU, afirmó que “es un número preocupante y que es una motivación para trabajar pero por sobretodo nos preocupan las situaciones de las peores formas de trabajo que en nuestro país están relacionadas con la explotación sexual”.
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños y niñas de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Por lo tanto, implica una violación de los derechos humanos de los niños y niñas y un freno significante al trabajo decente sostenible para el desarrollo. Su eliminación es una prioridad mundialmente acordada para el 2025 a través de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El trabajo infantil es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño y la niña e interfiere con su escolarización. Tanto porque priva de la posibilidad de asistir a clases o les obliga a abandonar la escuela de forma prematura.
En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños y niñas son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad muy temprana).
Trabajo adolescente protegido
En Uruguay, para que un/a adolescente esté habilitado/a para trabajar, tiene que tener 15 años y un permiso otorgado por Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). La reglamentación implica una jornada de 6 horas de trabajo diario como máximo; un descanso intermedio remunerado de 30 minutos; un día libre a la semana como mínimo y no realizar tareas peligrosas.
INAU otorgó durante el 2016, 2.500 de esos permisos: 1.300 en Montevideo y 1.200 en el interior. La Inspección del Trabajo Infantil y Adolescente del INAU es el medio a través del cual el Instituto realiza actividades educativas y preventivas, al tiempo que regula su política institucional en materia de trabajo infantil y adolescente, asegurando el cumplimiento de las normas a través de una metodología pedagógica en materia laboral.
Conmemoración y proclama 2017
En 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consagró el día 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y decidió que este 2016 se concentre en las cadenas de producción, a las que la globalización volvió tan complejas que resultan difíciles de controlar.
El Día Mundial Contra el Trabajo Infantil de 2017 se centra en el impacto de los conflictos y catástrofes en el trabajo infantil, puesto que estas situaciones exponen a niños, niñas y adolescentes a caer en estas prácticas o en manos de traficantes, dada la condición de vulnerabilidad física, emocional y social en la que quedan.