Aldeas Infantiles presentó el resumen ejecutivo del informe realizado respecto a la investigación del “Egreso de adolescentes y jóvenes del Sistema de Protección”. El mismo fue realizado durante el año 2016 mediante entrevistas y grupos de discusión en ocho departamentos del país a jóvenes y adolescentes mayores de 16 años que se encuentran bajo ese sistema de cuidados; con el objetivo de generar información y echar luz sobre los aciertos y debilidades de las políticas y programas que atienden esta situación.

La mesa de apertura estuvo a cargo de Raúl Sendic como Pte. De la Asamblea General, Marisa Lindner Pta de INAU, Paolo Mefalópulos representante de UNICEF Uruguay y Anainés Zignagno Dir. Nac. De Aldeas Infantiles SOS – Uruguay; quienes reconocieron la necesidad de profundizar las acciones y destacaron el valor del Informe presentado puesto que representa un buen y riguroso punto de partida, de insumo para la elaboración de planes acorde y una herramienta que da cuenta de una realidad que hay que cambiar entre todos; comprometiendo al Estado y la sociedad civil.

Por otro lado la mesa de presentación y debate de la investigación estuvo a cargo de especialistas en la materia: Martín Pardo coordinador de Incidencia en Política Públicas, Samuel Diogo Asesor en Desarrollo de Programas, ambos vinculados a Aldeas Infantiles SOS Uruguay, Carmen Rodríguez Consultora e Investigadora en Sistemas de Protección a la Infancia y Adolescencia y Matías Rodriguez Dir. Nac. De Políticas Sociales del MIDES.

En la misma además de las cifras y gráficas expuestas, se debatió a cerca de los problemas identificados en estas poblaciones como ser que el tránsito a la autonomía se ve obstaculizado por la precaria adquisición de habilidades sociales puesto que las instituciones donde viven son las que se encargan de todo: manejar su tiempo, resolver su alimentación, sus trámites, tiempo libre.

Esta sobreprotección genera escenarios desfavorables ya que no permite que los jóvenes y adolescentes logren desenvolverse sin mayores dificultades cuando se ven enfrentados a dejar los lugares, sencillamente porque no están preparados, porque no tuvieron la oportunidad de aprender habilidades cotidianas para la vida. Si a eso se le suma la nula o escasa vinculación con la familia o afectos significativos, esta nueva forma de vivir fuera de las instituciones se hace más dificultosa aún.
Otra dificultad es la asociada a la estigmatización que supone ser egresado de INAU porque aún en el imaginario colectivo la sociedad considera que los adolescentes vinculados al organismo son infractores.

Estas son parte de los problemas identificados, pero el informe también contiene recomendaciones y reconoce los caminos ya recorridos por las instituciones, como ser los diferentes convenios ya existentes que hacen al acceso a la vivienda, al mundo del trabajo, a los servicios de salud y seguridad social o la flexibilidad de la edad de egreso ya que los 18 años no necesariamente indica un cambio sustantivo en los jóvenes ni un grado de preparación suficiente para la vida autónoma extrainstitucional.

Finalmente los expositores de ambas mesas coincidieron en que la última alternativa de atención para los niños, niñas y adolescentes es la internación, de ahí el fuerte trabajo que se viene dando en profundizar y generalizar otras modalidades de atención cuya mirada esté dirigida desde el derecho a vivir en familia; al tiempo que señalan que la preparación para el egreso debe hacerse desde el momento que el niño, niña o adolescente llega a las instituciones.

En el mes en el que se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Trabajo Infantil, la Inspección Nacional del trabajo infantil y adolescente de INAU ha realizado como cada año, una serie de talleres y charlas, para sensibilizar a los más pequeños trabajando desde una perspectiva de derechos,e informar a los adolescentes sobre normativa vigente en materia de trabajo para menores de 18 años, listado de tareas peligrosas, trámite del carné de trabajo y Ley de empleo juvenil.

Las mismas han sido realizadas en distintos puntos del país e incluyen centros educativos de primaria públicos y privados, escuelas técnicas de la UTU , Clubes de niños y Centros juveniles en convenio con INAU, centros de educación secundaria, organizaciones civiles, empresas, entre otras.

Se realizó la “1ra. Jornada de Trabajo del Sistema INAU”, dirigida a los diferentes equipos de trabajo de San José, convocada por La Dirección Departamental y las Subdirecciones Programática y Territorial del organismo.

Dicha actividad, contó con la participación de 90 operadores y surge de la planificación realizada en el Programa Operativo Anual de la San José. La jornada estuvo enfocada al trabajo local con todos los servicios de atención a niños, niñas, adolescentes y familias en sus diferentes modalidades y perfiles, gestionados directamente por INAU o por convenio con la sociedad civil.

Principalmente la jornada abordó la temática de la Readecuación Institucional vigente y las Líneas Estratégicas de trabajo plantadas por el Directorio. Entre ellas se destacan: la ampliación de cobertura en el departamento, el fortalecimiento de las capacidades institucionales y el encuadre necesario para mejorar las coordinaciones con el Poder Judicial. Esto último supone entender las formas y contenidos de términos jurídicos, formas de expresarse, vocabulario adecuado, plazos, entre otros temas.

Durante este año se proyecta la realización de dos jornadas más para abarcar más equipos de trabajo, una en San José y otra en Libertad dentro de este macro pero con foco en la supervisión unificada y los derechos vulnerados – derechos restituidos.

El 90 aniversario de la creación del Instituto Interamericano del Niño fue celebrado recordando la historia, afirmando el presente y proyectando el futuro de una organización que desde el año 1949 integra la Organización de los Estados Americanos (OEA) como Organismo Especializado en materia de niñez y adolescencia, siendo éste un paso fundamental para su posterior consolidación como referente técnico a nivel regional y como organismo articulador de búsqueda de consensos y compromisos de los gobiernos.

El mismo fue creado por el pediatra uruguayo Dr. Luis Morquio quien propuso en Segundo Congreso Americano del Niño realizado en Montevideo en 1919, la creación de una Oficina Internacional de Protección a la infancia que fue aprobado unánimemente y el 9 de junio de 1927, diez países de América (Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Estados Unidos de Norte América, Perú, Uruguay y Venezuela) suscribieron el Acta de fundación del Instituto.

Representantes nacionales e internacionales de OEA, representantes diplomáticos, del Programa PROPIA de INAU y de organizaciones nacionales vinculadas a niñez y adolescencia coincidieron en aspectos fundamentales del accionar del Instituto, la vigencia de los propósitos de su creación, la importancia de integrar una organización supranacional con incidencia en las definiciones de las políticas públicas de los Estados Miembro y la importancia de proveerlo con un presupuesto acorde a las tareas que realiza de forma tal que la deficiencia de recursos no sea impedimento para sus labores fundamentales.

Los cambios operados en las sociedades respecto a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho y el reconocimiento de la importancia de estas poblaciones en la participación ciudadana, en sus comunidades, centros de estudio, vinculaciones con otros actores de la vida cotidiana entre otros; conlleva a que las instituciones cambien la mirada y la escucha de las realidades que ellos plantean. “La lectura que hacen los adolescentes de la percepción de vulneración de sus derechos es bien distinta a la que hacemos los adultos” señaló Fernando Rodríguez, ya que nadie mejor que ellos (los adolescentes) saben qué les molesta, qué derecho sienten se ha vulnerado, etc.

En este sentido el IIN viene sosteniendo una decisión fundamental que es la de garantizar el Derecho a la Participación, derecho que se siente como habilitador del ejercicio de otros Derechos y que fortalece las acciones pensadas y ejecutadas en cada región del continente según las necesidades que sus poblaciones de niños, niñas y adolescentes reclaman a partir de la reflexión de lo que necesitan y quieren para un desarrollo pleno en sociedad.

Según la última encuesta nacional, realizada en 2011 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay más de 34 mil niños, niñas y adolescentes trabajadores de entre 5 a 17 años, a nivel nacional, lo que representa un 7,9% del total de la población de estas edades.

En el mes en el que se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Trabajo Infantil, la Inspección Nacional del trabajo infantil y adolescente del INAU ha realizado como cada año, una serie de talleres y charlas, para sensibilizar sobre la temática desde una perspectiva de derechos. Durante la jornada se informó a educadores y adolescentes sobre: la normativa vigente en esta materia, listado de tareas peligrosas, trámite del carné de trabajo y Ley de empleo juvenil.

Estas jornadas han sido realizadas en distintos puntos del país e incluyen centros educativos de primaria públicos y privados, escuelas técnicas de la UTU, Clubes de niños y Centros juveniles en convenio con INAU, centros de educación secundaria, organizaciones civiles, empresas, entre otras.

Respecto a las cifras de trabajo infantil, Jorge Cohen, coordinador de Áreas y Proyectos del INAU, afirmó que “es un número preocupante y que es una motivación para trabajar pero por sobretodo nos preocupan las situaciones de las peores formas de trabajo que en nuestro país están relacionadas con la explotación sexual”.

El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños y niñas de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Por lo tanto, implica una violación de los derechos humanos de los niños y niñas y un freno significante al trabajo decente sostenible para el desarrollo. Su eliminación es una prioridad mundialmente acordada para el 2025 a través de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El trabajo infantil es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño y la niña e interfiere con su escolarización. Tanto porque priva de la posibilidad de asistir a clases o les obliga a abandonar la escuela de forma prematura.

En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños y niñas son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad muy temprana).

Trabajo adolescente protegido

En Uruguay, para que un/a adolescente esté habilitado/a para trabajar, tiene que tener 15 años y un permiso otorgado por Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). La reglamentación implica una jornada de 6 horas de trabajo diario como máximo; un descanso intermedio remunerado de 30 minutos; un día libre a la semana como mínimo y no realizar tareas peligrosas.

INAU otorgó durante el 2016, 2.500 de esos permisos: 1.300 en Montevideo y 1.200 en el interior. La Inspección del Trabajo Infantil y Adolescente del INAU es el medio a través del cual el Instituto realiza actividades educativas y preventivas, al tiempo que regula su política institucional en materia de trabajo infantil y adolescente, asegurando el cumplimiento de las normas a través de una metodología pedagógica en materia laboral.

Conmemoración y proclama 2017

En 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consagró el día 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y decidió que este 2016 se concentre en las cadenas de producción, a las que la globalización volvió tan complejas que resultan difíciles de controlar.
El Día Mundial Contra el Trabajo Infantil de 2017 se centra en el impacto de los conflictos y catástrofes en el trabajo infantil, puesto que estas situaciones exponen a niños, niñas y adolescentes a caer en estas prácticas o en manos de traficantes, dada la condición de vulnerabilidad física, emocional y social en la que quedan.