Como hacer cosas con palabras - J. L. Austin
En los últimos años, muchas cosas que anteriormente habrían sido aceptadas sin objeciones como “enunciados”, tanto por los filósofos como por los gramáticos, han sido examinadas con renovada atención.
Este examen, en cierto modo, surgió en forma indirecta, al menos en el campo de la filosofía. Primero apareció el punto de vista, no siempre expuesto sin un infortunado dogmatismo, de que un enunciado (fáctico) debe ser “verificable”, y esto llevó a pensar que muchos “enunciados” sólo son lo que puede denominarse seudo‐enunciados.